En un operativo realizado por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), a través de su Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA) y con el apoyo del Ejército Nacional, se detectó en flagrancia la descarga de vertimientos de aguas residuales directamente al río Neusa, provenientes de dos restaurantes del sector.
“Al realizar la diligencia identificamos que uno de ellos estaría afectando el recurso suelo debido a la descarga directa de aguas residuales domésticas sin tratamiento previo, lo que genera encharcamientos, olores ofensivos y empozamiento de materia orgánica”, indicó Liliana Ramírez, directora de la regional Sabana Centro de la CAR.
Para el caso del segundo establecimiento, los técnicos pudieron establecer que las aguas servidas producto de la actividad gastronómica estaban siendo vertidas directamente al río Neusa. En este mismo punto se observó una inadecuada disposición de residuos sólidos (botellas plásticas, tejas metálicas y de zinc, tarros de pintura, costales, lonas, láminas metálicas y llantas, entre otras) que fueron apilados en forma indiscriminada en la ronda de protección.
“El río Neusa recoge las aguas provenientes del embalse de El Neusa que a su vez surte de recurso hídrico a varios municipios de Sabana Centro y estas malas prácticas ponen en riesgo la calidad del agua que consumen los residentes de la región, de ahí la importancia de hacer el llamado a los habitantes de la zona a proteger este escenario clave de conservación ambiental”, puntualizó la funcionaria.
La CAR hace un llamado a los propietarios y/o arrendatarios de este tipo de establecimientos para que cumplan con los requisitos legalmente establecidos y eviten generar afectaciones que resultan de gran impacto para los ecosistemas existentes.